La procesionaria es una oruga que se desplaza de una forma muy característica formando largas filas, a lo que debe su nombre. Hay que ir con cuidado cuando paseamos por zonas de pinos puesto que son difíciles de ver entre las agujas de los que encontramos por el suelo.

Son muy peligrosas para nuestras mascotas y hay que estar atentos porque este año se ha adelantado a consecuencia de la falta de lluvia y las altas temperaturas diurnas, y ya han aparecido en algunos bosques y ciudades. 

Un ligero roce con ellas puede producir en nuestro querido compañero un shock anafiláctico que podría ser fatal, ya que están cubiertas de pelos urticantes y segregan una toxina muy nociva.

Si nuestro perro huele o se come una de estas orugas los síntomas serán diferentes dependiendo de las zonas y tiempo del contacto.

- Si los pelillos de la oruga entran en contacto con nuestro perro, notará en la zona picores, urticarias o sensación de quemazón.

- Si la toca u olfatea empezará a babear o a rascarse la zona de la boca.

- Si la chupa, la lengua se vuelve de un color morado rojizo cuando se necrosa y puede llegar a caérsele un trozo.

- Si se la come o se la traga el veneno que tiene puede producir necrosis en la lengua y en la garganta, con lo que se puede asfixiar y puede llegar a morir.

Lo primero que debemos hacer es acudir rapidamente al veterinario más cercano para que evalúe el estado del animal y pueda ayudarlo.

El consejo principal que os damos es evitar los paseos en zonas de pinos!